CUESTIONARIO LA CELESTINA.
- Tras la lectura de La
Celestina, he de decir que me ha parecido muy original esta forma de
trabajar la teoría, ya que a través de la lectura hemos ido tratando diversos
temas relacionados con el teatro en esa época. Además, el hecho de representar
nosotros mismos las obras, hace que pongamos más entusiasmo en la tarea.
- Al principio no me agradaba mucho la idea de tener que
leer esta obra, puesto que no suelo leerme libros de este tipo ni me llaman la
atención. Probablemente, si la profesora no hubiese propuesto leerlo en clase,
yo nunca lo hubiese hecho. He de reconocer que los primeros días se me hicieron
un tanto aburridos, pero con forme iba pasando el tiempo y nos sumergíamos más
en la historia, ese aburrimiento pasó a convertirse en interés. Yo misma me
sorprendí al darme cuenta de que, finalmente, me había enganchado al libro.
Ahora que ya hemos finalizado la lectura, sinceramente, me parece que a pesar
del trágico final, y de tener un vocabulario bastante extraño a veces, es un
libro muy entretenido e interesante, y que yo, personalmente, recomiendo al
100%.
-En esta obra encontramos una gran variedad de
sentimientos, aunque, desde mi punto de vista, el amor y el dolor son los
sentimientos que aparecen con mayor fuerza en la obra. Calisto, es uno de los
personajes que más encarna dichos sentimientos, pues durante casi toda la obra
sufre por el loco amor que siente por Melibea y, además, padece un gran dolor
por no ser correspondido. Su dolor cesa finalmente cuando Melibea le
corresponde con el mismo amor que él le da. Aquí es donde encontramos el amor
por parte de Melibea, amor que posteriormente se transformará en un inmenso
dolor, pues tras la desafortunada muerte de Calisto, Melibea se encontrará
inmersa en una gran pena de amor que finalmente terminará acabando con su vida.
Por otra parte, encontramos fidelidad, amor e ira por parte
de Pármeno. Este es un personaje bastante curioso, un personaje redondo que va
evolucionando a lo largo de la historia. En un comienzo, Pármeno era un buen
hombre, fiel a su amo, Calisto, y lleno de amor por su querida Areúsa, pero con
forme vamos avanzando en la historia, vemos como la ira se va apoderando de él
y como finalmente, el odio y la ira que siente, acaban por hacerle cometer un
asesinato, el asesinato de la vieja Celestina.
- El amor es un sentimiento que aparece a lo largo de toda
la obra y que todos los personajes, en mayor o menor medida, lo sienten.
Quizás, el personaje que menos amor muestra en la obra es Celestina, pues es
una mujer interesada y ambiciosa, que no hace favores sin obtener nada a
cambio. Sin embargo y como ya he dicho anteriormente, todos sienten amor.
Calisto por Melibea, Melibea por Calisto, Pármeno por Areúsa, Areúsa por
Pármeno, Celestina y Elicia sienten el claro amor de madre e hija, y Alisa y
Pleberio, sienten un gran amor tanto el uno por el otro, como los dos por su
hija, Melibea. Encontramos el loco amor (el que siente Calisto por Melibea al
principio de la historia), y vemos como al ser correspondido, ese amor se
vuelve bueno. Aparte, en esa época, el amor estaba ligado a los temas
económicos, ya que la mayoría de las jóvenes no se casaban por amor, sino por
tener una buena posición económica y pasar su vida al lado de un buen hombre.
Si llevamos este tema a la actualidad, en general, en estos tiempos ya no
ocurren este tipo de cosas, pues todas las jóvenes son libres de enamorarse de
quienes quieran, casarse, divorciarse…No se les impone el tener que
comprometerse con un hombre tan solo por una buena posición económica, y
claramente, los padres ya no deciden por ellas. Todo esto dicho desde una
visión general, pues como en todos lados, hay excepciones. Un claro ejemplo de
esto lo podemos ver en la cultura gitana, donde las chicas son casadas por sus
padres, con apenas 15-16 años (quizás antes), y dónde sí se les impone el
comprometerse en matrimonio con un joven que probablemente, no sea de su
agrado.
- En La Celestina, se
diferencian dos mundos, el mundo de la riqueza y el de la pobreza, donde Calisto,
Melibea, Pleberio y Alisa pertenecen al primero, y los demás, (Celestina,
Pármeno, Sempronio, Elicia, Lucrecia…) pertenecen al segundo. Es algo que
podemos ver fácilmente, pues tanto Calisto como Melibea son jóvenes de buena
vida, de buena educación y clase social, sin problemas económicos…mientras que
los demás se ganan la vida trabajando, Pármeno, Sempronio y Lucrecia como
criados, y por otro lado, Celestina, se la gana con sus negocios. Comparando
esta época con la actualidad, vemos como hoy en día estos mundos siguen
existiendo, y bajo mi punto de vista, aun es peor. Es una pena ver como niños
de tan solo 6 o 7 años son explotados día y noche, ver a ancianos dormir en la
calle, o a padres sufriendo por no poder darles a sus hijos la vida que se merecen…mientras
que, sin embargo, otras familias viven en mansiones, se pasan la vida viajando
y están llenos de lujos. Esto es algo que me parece bastante injusto, pues
todos somos iguales y todos deberíamos tener las mismas oportunidades y
comodidades. Quizás en España, a pesar de que cada vez las cosas van peor,
podemos sobrellevar esta situación, pero hay algunos países en donde la pobreza
abunda, y lo peor de todo es que los más ricos, los que podrían ayudar, no
hacen nada.
-Al final de la obra, se hace una crítica importante sobre
Alisa y Pleberio, dónde podemos ver a un padre al mando de la vida de su hija,
pues es él quien toma las decisiones por ella y es él quien decide sobre su
futuro, y una madre bastante ingenua, pues piensa que su hija hará todo lo que
tanto ella como Pleberio desean. Sin embargo, Melibea no está dispuesta a ceder
a sus deseos, pues es una mujer que decide tomar las riendas de su vida, quiere
vivir el día a día y disfrutar de su amor, y sobre todo, desiste a casarse. Si
comparamos a los padres de Melibea con unos padres de la actualidad, podemos
encontrar diferencias pero también similitudes. Pleberio y Alisa son unos
padres protectores, que piensan en el bien de su hija e intentan darle un buen
futuro al lado de un buen hombre, pero también, son unos padres un tanto
desentendidos, que han dejado a su hija al pendiente de una criada, en vez de
estar ellos pendientes de ella. Hoy en día, podemos encontrar padres muy
protectores y otros muy desentendidos, esa es la realidad. Siendo sincera, yo
pienso que no deben llamar a los padres “sobreprotectores” por el simple de
preocuparse por su hij@, pues, ¿quién no se preocupa por el futuro de un hijo?
Es su deber como padre/madre. Pero también hay que dejar cierta libertad a los
hijos, pues ellos crecen y a medida que van creciendo son ellos los que deben
decidir lo que hacer con su vida, pueden acertar o fallar, pues todos tenemos
derecho a equivocarnos, y ahí, es cuando los padres deben estar presentes, para
aconsejar y apoyar.
- En cuanto a los personajes femeninos que aparecen en la
obra, (Celestina, Melibea, Elicia, Areúsa y Lucrecia) podemos ver que excepto
Celestina, todas las demás mujeres no son libres, pues Elicia está a cargo de
su madre, y Areúsa y Lucrecia tienen que vivir trabajando o como criadas para
ganarse la vida, esperando algún día ser casadas. Al contrario que ellas,
Celestina sí es libre, pues ya es una mujer mayor con el derecho de decidir
sobre su vida y también, sobre la de su hija. En esa época las mujeres, a pesar
de no estar muy valoradas con respecto al hombre, ya empiezan a tomar un lugar
importante en la sociedad, ya se les ve, dejan de ser invisibles. El prototipo
de una buena mujer era aquella que hacía caso a sus padres, mantenía la honra
de la familia y aceptaba el matrimonio impuesto por sus padres; era aquella que
aceptaba las órdenes de su marido, era fiel y capaz de concebir una criatura en
su vientre (pues tanto el amor como la sexualidad estaban ligados a la
procreación). Y como mala mujer encontramos a aquella que no era fiel a su
marido, que no mantenía su virginidad, que mantenía relaciones amorosas en
secreto. Si llevamos este tema a la actualidad, vemos como las cosas han dado
un giro radical, pues prácticamente las mujeres ya somos capaces de hacer
cualquier cosa que los hombres, somos igual de valoradas que ellos y se nos
respeta. Podemos vestir como queramos y salir con quién nos plazca, pues es
nuestra vida, somos libres de decidir y no dependemos de nadie (una vez
alcanzada la mayoría de edad, claro está, pues mientras tanto estamos a cargo
de nuestros padres y debemos obedecerles). La evolución de la mujer en la
sociedad es algo que no debe cesar nunca, pues tenemos derecho a avanzar y
hacernos un hueco en la sociedad, ya que lo único que nos diferencia de los
hombres es el sexo, y por lo tanto tenemos las mismas capacidades que ellos.